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General
Caso Tatiana: la fiscalía no duda de la culpabilidad de Cabeza


Jorge Gómez considera que el imputado merece la pena de prisión perpetua, convencido de que violó y mató a la víctima para ocultar el primer delito.  Los informes psicológicos, la declaración de quien lavó el auto y el remisero que supuestamente vio a Cabeza fueron clave.
La decimotercera audiencia del juicio contra Juan Cabeza por el crimen de Tatiana Kolodziey tuvo el alegato del fiscal Jorge Gómez, que pidió la condena de prisión perpetua para el imputado, acusado de privación ilegítima de la voluntad, abuso sexual con acceso carnal, homicidio criminis causa y uso de carné de conducir falso.
El representante del ministerio público se basó en su pedido al tribunal que preside Marisa Lehmann en las pruebas genéticas de sangre y saliva de la víctima halladas en el asiento trasero del auto que conducía Cabeza, las lesiones en órganos sexuales que presentaba la víctima, las que fueron vitales según los informes y los estudios psicológicos que definen al imputado como un ser con transtorno antisocial con desprecio hacia el otro.
Luego de rememorar la palabra de los testigos que pasaron por la Cámara del Crimen y que le sirvieron para argumentar su pedido a la pena máxima, Gómez consideró que el asesinato de Tatiana se produjo después de que la víctima llegara hasta la casa de quien era su pareja, Arnaldo Enciso, y tras mantener una acalorada conversación con quien ese momento era su suegra en la que se mencionó un préstamo de dinero y una suma elevada en caso de vender un campo en Paraguay, se retiró de Urquiza al 800, cuando eran poco más de las 3 del sábado 20 de octubre de 2012.
El fiscal consideró que antes del crimen, Cabeza perpetró el abuso sexual en el asiento trasero del Corsa Gris que conducía por ese entonces, lo que coincide con la forma de actuar por los delitos que cumplía condena y que cuando ocurrió el hecho tenía libertad condicional. En Buenos Aires, le dictaron una pena a 24 años de prisión por un triple abuso sexual cuando conducía un taxi y violó a todas sus víctimas en el auto.
Luego, el representante del Ministerio Público consideró que el remisero asesinó a la radióloga en el mismo coche y que sangre y saliva de Tatiana hallada en el móvil fueron expulsados por la víctima como un mecanismo de defensa natural del cuerpo como respuesta a la agresión, algo claro está fundado con el testimonio de los miembros del Gabinete Científico de la Justicia que comparecieron  ante el tribunal que completan Glenda Vidarte y María Lucía Martínez Casas de Sanchís.
“Materialmente es imposible que se plante esta prueba porque se tomó cuando Tatiana estaba secuestrada y el auto secuestrado”, señaló Gómez en clara respuesta a la defensa que dejó entrever una supuesta contaminación con el argumento que el vehículo no estuvo al resguardo necesario para este tipo de situaciones.
Sostuvo que la prueba se tomó el 22 de octubre, un día antes del hallazgo del cuerpo y que el Corsa fue resguardado en la Sala de Armas de la Policía el 20 de octubre, en la misma jornada que fue secuestrada.

VOZ APORTEÑADA
Un dato no menor para el fiscal fue el hecho de que todos los testigos que declararon y escucharon los llamados pidiendo dinero por el supuesto rescate de Tatiana, coincidían que del otro lado del teléfono se escuchaba una voz aporteñada a lo que se suma las palabras de quienes frecuentaban con el remisero (compañeros de trabajo y conocido). El funcionario judicial recordó que Cabeza vivió al menos 10 años en Buenos Aires, tiempo suficiente en el que pudo adquirir el hábito y la tonada de quienes allí habitan.

COARTADA
Luego, Gómez trajo a colación el hecho corroborado por la operadora de Remisses Resistencia, donde se desempeñaba Cabeza, Yolanda Perticarini, que sostuvo que el imputado pasó a despedirse por la base poco después de las 4 del 20 de octubre, casi cuatro horas antes de que la familia de Tatiana recibiera el último llamado extorsivo y siete horas antes de ser detenido por efectivos de Investigaciones.
Para el fiscal este hecho representó un intento de coartada de Cabeza y también señaló como importante el testimonio del remisero y compañero de tareas del imputado, Benicio Romero, que antes el tribunal expuso que a las 6 del 20 de octubre vio un auto similar al móvil 41 que conducía Cabeza con un hombre con una fisonomía parecida a la del imputado, como “buscando algo” del baúl, en cercanías de la casa de Tatiana.
El fiscal consideró que luego de despedirse en la base, el imputado pudo haberse quedado cerca del domicilio de la víctima y desde allí efectuar los llamados extorsivos.

BARRO 
Para el fiscal, Cabeza mintió en su declaración cuando dijo que luego de dejar a Tatiana cerca de la casa de su novio, se dedicó a tomar pasajeros siempre por la zona céntrica, no ingresando en calles de tierra en una madrugada en la cual ya se precipitó la lluvia.
Para fundamentar, consideró como valioso el testimonio de Fabio Encina, quien lavó el Corsa en la mañana del 20 de octubre y que consideró como llamativo que de las cuatro alfombras del coche la que más barro tenía era la del conductor, algo que no se explicaría si se tomaran en cuenta los dichos del remisero, que sostuvo que no se bajó del auto luego de dejar a Tatiana y que caminó por zonas en la que pudiera acumularse barro.
Para Gómez, Cabeza acumula barro en sus calzados en la zona del Tropezón, donde se halló el cuerpo, en las afueras de Resistencia, donde sí las calles son de tierra y donde se presume debió caminar para arrojar el cuerpo y cubrirlo con ramas.
   
PARALELOS 
El representante del ministerio público también se basó en el pedido de su pena en los informes psicológicos que no favorecen al imputado y para ello efectuó un parangón con el comportamiento de Cabeza durante las audiencias.
Nombró a Ramiro Isla, psiquiatra que definió que el acusado padece un transtorno de personalidad antisocial y al cual la defensa considera que su informe carece de rigor pero además citó un informe de prueba suplementaria fechado en julio de este año donde una profesional del Poder Judicial coincide con Isla en la posibilidad de reincidencia de parte de Cabeza en el delito de violación, y no es menor que el momento en el que se produce el hecho investigado, el acusado no llevaba un mes de libertad condicional luego de 16 años tras las rejas.
El paralelo con las audiencias y las entrevistas de los profesionales se da cuando los psiquiatras definen a Cabeza como un ser amable, cordial y respetuoso en primera instancia pero que cuando se le presenta algún obstáculo es una persona agresiva, con niveles de ataques que pueden llegar a la muerte.
“Hay una satisfacción en la destructividad y en la crueldad y el efecto siniestro va en aumento los actos se recrudecen hasta llegar incluso hasta la muerte”, sostuvo Gómez amparándose en los informes como una medida para tratar de explicar el homicidio, ya que si bien Cabeza purgaba condena por delitos sexuales, nunca había matado.
Indicó que tal situación se vivió en las audiencias, que en sus inicios había un Cabeza tranquilo, medido en sus palabras, lo que fue cambiando cuando los testimonios no lo favorecían.

OTRA PERSONA
Además de la pena contra Cabeza, Gómez pidió que se investigue la participación de otra persona que al menos, según su consideración, habría ayudado a Cabeza para arrojar el cuerpo en El Tropezón. Para ello recordó la declaración de la responsable del Gabinete Científico, Gabriela Lamparelli, que realizó el examen del cuerpo en el lugar donde fue hallado y que sostuvo que difícil que una sola persona pudiera trasladar el cádaver hasta ese lugar (el cuerpo no tenía signos de haber sido arrastrado y tampoco había huellas en la zona), ya que debía cruzar una zanja honda y ancha.
Por la contextura de Tatiana (1,69 metro y se especula que pesaba 69 kilos) más la insuficiencia respiratoria comprobada a Cabeza (padece EPOC) para el fiscal era poco probable que el acusado haya actuado solo cuando se desprendió del cuerpo.
Además, instó a que se investigue a Walter Sena, dueño del auto que conducía Cabeza, que en su testimonio reconoció que abonó una suma de dinero para acceder a licencias de conducir apócrifas para el imputado (el remisero tenía permisos tanto para conducir autos de ese medio de transporte como de motos).

CÓMO SIGUE
La audiencia continuará el jueves, desde las 8, con lo que se espera que sea una doble jornada de alegatos. Primero será el turno de la querella con Ernesto González y Elena Almada, que ya adelantaron que también pedirán la prisión perpetua y se estima que presentará un pedido de investigación contra Arnaldo Enciso mientras que después de las 13 expondrá la defensa, que ya indicó que irá por la absolución.