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General
Tras cuatro meses, Boca volvió a ganar

 

Después de cuatro meses, y un total de 12 partidos (siete empates, cinco derrotas) en todas las competencias, Boca volvió a la victoria. Superó 3-0 a Independiente Rivadavia y sumó tres puntos por primera vez en el torneo. La última victoria había sido contra Estudiantes (2-0) el 19 de abril.

 

La racha negativa se cortó con un gol en contra que propició Paredes con un centro, uno de Zeballos y el restante de Velasco. El resultado final es exagerado. El equipo de Russo jugó un muy buen primer tiempo, con buena circulación de la pelota sobre el eje Parades-Battaglia, pero se replegó demasiado en el segundo y perdió brillo. Recién sobre el final, en dos contras, pudo redondear una victoria que tanto necesitaba y que cambiará el clima interno y externo.

 

 

El equipo visitante se puso en ventaja sobre la media hora con un gol de flipper: después de una pifia de Pellegrino y un centro bajo de Paredes que dio primero en Bottari, y después en Centurión, el último en tocarla antes de que la pelota llegara mansita a la red. Paredes salió corriendo en el festejo como si el gol lo hubiera hecho él. En realidad, no hizo ese gol pero volvió a destacarse por su personalidad y sus pases siempre precisos en todas las distancias.

 

En esa primera etapa el equipo de Russo pudo haber alcanzado antes la ventaja. Iban 21 minutos cuando Paredes metió un estiletazo para Aguirre, quien la cruzó para Cavani, solo frente al arco. En jugadas como esta Cavani la mandaba a la red con los ojos vendados y en ojotas, pero pifió el remate (la pelota le pasó entre las piernas) y desperdició la que había sido hasta ahí la llegada más clara.

 

Los mendocinos tuvieron una para llegar al gol. En su ataque más profundo, Marchesín no pudo descolgar un centro, la pelota quedó boyando y el remate de Sartori, con destino de gol, se encontró con las piernas de Pellegrino, parado como bombero en la raya. Fue justo el 1-0 parcial porque el equipo de Russo manejó mejor la pelota, sin urgencias y de a ratos con movimientos coordinados y triangulaciones que no se habían visto en otros partidos.

 

 

En el segundo tiempo, la idea de explotar el contraataque, y más que eso el miedo a no ganar hizo que Boca cediera la pelota y se empezara a refugiar en las cercanías de Marchesín. Los locales, con poco fútbol (su figura Villa, anduvo muy mal) pero con mucho empuje arrimaron una y otra vez, aunque sin generar verdadero peligro.

 

En el tramo final del partido, aparecieron los espacios para Boca y en dos contras liquidó la cuestión: lindo gol de Zeballos y masita de Velasco que se metió con la ayudita de las manos flojitas de Centurión. Ganó Boca y es noticia.