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General
La supuesta desaparición de la mujer mexicana era un intento de estafa

La Policía del Chaco confirmó que la mujer que había sido presuntamente secuestrada en Barranqueras, en realidad se encuentra en la ciudad chilena de Puerto Montt. 

La División Cibercrimen del Departamento Investigaciones Complejas realizó un importante trabajo en la causa iniciada el pasado domingo en la que involucraba la presunta desaparición de una mujer mexicana, que habría venido hasta la localidad de Barranqueras a visitar a su padrastro, logrando desmentir el hecho. Se trataba de una mujer chilena que pretendía llevar a cabo un secuestro virtual, buscando un beneficio económico.

Según informaron desde la Policía del Chaco, os investigadores cibernéticos, mediante el número de teléfono de la presunta secuestrada, en primera instancia identificaron al usuario de la cuenta, tratándose de una mujer de 48 años, con domicilio en Puerto Montt de Chile.

Seguidamente, mediante la IP descubrieron que el chip se encuentra activo, contando con diferentes apps que utilizan el sistema de geo posicionamiento, permitiendo establecer los últimos movimientos de esta persona en lo que respecta a la utilización del teléfono.

Asimismo y contando con el número de cédula de identidad de la “supuesta Talía”, por medio de Migraciones, fueron informados que presenta como último ingreso a la Argentina a través del paso Cristo Redentor (Horcones), el 19/12/2016.

 

Que es un secuestro virtual

La extorsión telefónica o secuestro virtual es un fraude que simula un secuestro o una venta de protección. Se ha vuelto común desde el año 2001 con el impulso masivo de los teléfonos celulares. Es posiblemente derivado del secuestro exprés, es básicamente una extorsión telefónica, se calcula que cada extorsionador hace un aproximado de siete mil llamadas al mes actualmente.

Al principio afectaba más a personas con familiares en el extranjeros o ausentes y su modalidad consistía en engañar al familiar identificándose con un policía, médico o agente aduanal pidiendo dinero para sacar de la cárcel, pagar una multa o tratamiento médico de la supuesta víctima. En muchos casos se conocía a las víctimas.

Surgieron modalidades mediante el uso de directorios telefónicos por delincuentes que hacen dichas llamadas desde los reclusorios usando celulares. La modalidad de secuestro exprés usa un lenguaje agresivo, a veces simulando la voz del supuesto secuestrado en el que se intenta obligar al pago de un rescate en unas pocas horas. Por lo general los delincuentes dentro de las cárceles tienen ayuda del exterior para completar el fraude.

Otra modalidad. La llamada la hace una persona que elige al azar al interlocutor. En forma imperiosa y simulando llanto y desesperación, la persona se hace pasar, por ejemplo, por un hijo que se encuentra en otro lado. Entonces la persona empieza a entablar conversación con supuestamente ese familiar y sigue todos las instrucciones que el delincuente decide, le manda el dinero a donde el delincuente indica. Si el delincuente es hábil esto se hace en no más de 10 minutos. Lo primero que se hace luego de llamar al hijo por teléfono y ahí es cuando se dan cuenta de la extorsión.