Antes tabú, hoy una moda que se impone. El tatuaje es una práctica milenaria que en la actualidad es furor y encuentra en los famosos a algunos de sus máximos referentes. Ya sea como una forma de expresión artística, rebeldía o simplemente gusto por un diseño, cada vez es más habitual que las celebridades marquen su cuerpo con tinta.
 
Uno de los galanes más tatuados de la televisión es Luciano Castro: el protagonista de Sos mi hombre tiene tatuados los nombres de su hijo Mateo; de sus hermanos Laura, Emilia y Joaquín; una frase de su abuela que dice “Libéranos del mal”; una cara de Cristo y un impactante diseño oriental que ocupa gran parte de su espalda y una de sus piernas.
 Pero no es el único actor de la tira del prime de El Trece que tiene en su cuerpo un diseño llamativo, ya que Gonzalo Valenzuela también tatuó su espalda. El marido de Juanita Viale eligió el diseño de un gran árbol, acompañado de varios pájaros.
 
Uno de los famosos que más revuelo generó con sus tattoos fue Marcelo Tinelli, quien tres años atrás sorprendió en Punta del Este al revelar sus brazos completamente tatuados: “Me hice hacer una reproducción de un dibujo que diseñó mi hija Candelaria, es una Vírgen y otras figuras religiosas. Tiene un estilo Prisión Break porque además me gusta la serie, pero el dibujo es original de mi hija”, dijo en su momento el conductor, actual novio de Guillermina Valdés, a la revista Gente sobre su drástico cambio de look.
 
 Fede Bal se tatuó la cara de una novia en una pierna. Y cuando se separaron, se la tatuó en la otra… pero como muerta, en forma de calavera.
 
El ex de la modelo, Sebastián Ortega también es fan de los tatuajes y, de hecho, se borró el nombre de la madre de sus hijos y puso en su lugar el de su actual pareja, Ivana Figueiras. En este caso, se podría afirmar que el cuerpo habla…
 
Pero los hombres no son los únicos que se animan a inmortalizar diseños en cuerpo. Amalia Granata no sólo se tatuó una gran calavera en la nunca, sino que filmó todo el proceso y lo publicó en su web. Por su parte, Paula Robles ostenta una gran rosa en su espalda y Jowi Campobassi, columnista de Telefe Noticias, tiene un colorido diseño en su brazo.
 
Además, hay tatuajes que sirven como homenajes. Por ejemplo, la pareja compuesta por Ximena Capristo y Gustavo Conti se tatuaron la cara de su bóxer de diez años, Kaly.
 
Detrás de los tattoos también se esconden historias. Tal es el caso de Federico Bal, quien además de impulsar a que su madre Carmen Barbieri se animara a tatuarse un hada en su brazo, reveló que se tatuó la cara de una novia en una pierna. Y cuando se separaron, se la tatuó en la otra… pero como muerta, en forma de calavera.
 
 
Fuente: Ciudad