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Lanzado con su segundo disco, va el “Pelado” Cordera
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El cantante cuenta cómo fue la creación de su segundo disco con La caravana mágica y asegura: "Bersuit sin mí, es sin ellos”. El pelado divide su vida en ciclos. Cuando lo que pinta es leer, va desde Paulo Coelho a Cortázar, desde la psicodelia de Timothy Leary a las experiencias místicas de Castaneda, sin solución de continuidad. Pero esto siempre alterna y el cinéfilo le gana al lector: hoy por hoy todos los días ve una película diferente. Lo mismo sucede en la fase que se repite para calmar al inquieto Gustavito Cordera, el chiquito de Lanús que aún vive en él, la que requiere transpirar y agitarse. Dejó la natación y está fascinado con el boxeo, tanto que ya se mandó tres peleas amateur. En dos "el pela" –como le dicen en el gimnasio– anduvo bien, pero en la tercera lo fajaron de lo lindo. Para Cordera los ciclos transmutan y se multiplican: búsqueda espiritual, depresión, épocas en las que hay abstinencia del consumo de alcohol y de drogas, y épocas en las que no. Etapas alegres y etapas de mucho trabajo. En ese devenir cíclico de la vida algo zen, algo hippie, del pelado Cordera nace su tercer trabajo solista, el volumen dos en su nuevo proyecto: La caravana mágica, el médium de su búsqueda. "El viaje artístico es un itinerario de despliegue que no tiene vuelta, en todo caso algunos artistas se detienen y se vuelven a repetir, aferrados un poco a la cárcel de la mirada del otro. La vida es un gran ciclo y en él, hay otros intrincados, internos. Y eso responde a cierta conciencia que permitió la muerte de un ciclo y el nacimiento de otro. Yo creo que uno de los motivos principales por el que dejé el proyecto anterior es, justamente, retirarme de esa mirada y esa tiranía de esa cárcel, y pagué el precio por eso. Y lo estoy pagando. De estadios a volver a empezar, y es un precio que todo artista tiene que pagar para continuar ese viaje, sacarse el lastre. ¿Por qué empecinarse con cargar con todos los muertos? Es mucho; me refiero a ideas muertas, con experiencias ya vividas, con canciones que ya las tocaste 25 años. Me excita más robar un banco que seguir haciendo las mismas canciones. Confío en mi capacidad creativa y trabajo para que mi capacidad creativa esté en despliegue. El paso del tiempo nos tiene que dar sabiduría, no hacernos idiotas y repetitivos", afirma el cantante de 50 años. – ¿Lo decís por tus ex compañeros de Bersuit? –Yo creo que Bersuit sin mí, es Bersuit sin ellos (sonríe y hace un silencio). Es imposible. –¿No es Bersuit, decís? –Por supuesto que no. Pero hay que ser valiente para decir: somos los ex Bersuit pero armamos otra banda. Y hacer canciones nuevas, letras nuevas. Pero yo respeto esa falta de valentía. –¿Hablás con ellos? ¿O con algunos de ellos? –No hablo con ellos porque hay enojos de por medio y cosas que resolver. Pero lo que te puedo decir es que Bersuit Vergarabat era un rito que hacían ocho personas arriba del escenario y la gente. Cualquiera de esas personas que falte, falta algo. En este caso falta el cantante y el que compuso más del 70% de las canciones. Y te diría, el que hizo todas las canciones que se escucharon en la radio desde el año ’92. Todas. Y no las canto más. La caravana no es Bersuit, está bien claro. Es el desarrollo artístico de una de las personas que formó parte de aquel grupo. Entonces, ¿cómo podemos decir que es Bersuit? Ojo, me pareció que su disco es bueno. Lo escuché y me gustó. Muy lindas canciones, pero no es Bersuit, es otra cosa. Es una banda nueva. Tienen que asumirlo, porque es una muy buena banda nueva y puede llegar a ser una "gran" banda nueva, con un proyecto artístico y todo; son buenos compositores y excelentes intérpretes, dos cantantes que se mueven bien arriba del escenario, gente con oficio. No necesitan de Bersuit ellos para hacer arte. A Bersuit hay que dejarla en el lugar que estaba. Ese lugar grande que todos conocimos. Ellos lo están empequeñeciendo con lo que hacen. Y eso me apena. Silencio. Mutismo indicador de que no hay mucho más que decir al respecto. La charla sigue su rumbo. –¿Cuál fue el foco de creación de este segundo disco de La caravana? –Yo creo que hay una impronta humana de preguntarse a qué venimos al mundo. Hay gente que viene al mundo para ser feliz, o para tener una familia, o porque quiere conquistar un país o necesita ser presidente. Yo descubrí que mi propósito en este plano es reconocerme, recordarme; me considero un ser dormido, con muy pocas de mis potencialidades desarrolladas. Un mutante dormido que está comenzando a despertar, a desperezarse, y que la evolución tiene que ver con una transformación constante y que primero, para que esa alquimia ocurra, tenemos que hacer un espacio, y para hacer ese espacio lo primero que tenemos que hacer es abandonar un montón de mecánicas de hábitos y fenomenologías psíquicas que ocupan un espacio muy grande y no nos dejan conectarnos con nuestra verdadera esencia. Yo en este disco lo que pretendí es hacer un reconocimiento de toda esa información. –¿Cómo lo hiciste? –Trabajando. Hay nueve canciones laburadas, cantadas de distinta manera, interpretadas de forma distinta y yo busco eso. Para mí, ser un cantante no es tener buena voz. Para mí lo importante es saber transmitir, saber comunicar. A mí me interesa tener un buen caudal de voz porque tiene que ver con el oficio del cantante, pero la interpretación para mí es fundamental. –¿Qué buscan tus canciones? Parecen muy personales. –En los períodos compositivos, donde yo hurgo, el lugar anímico donde yo entro, es en el exacto presente donde estoy componiendo. Lo que me atraviesa, lo que me afecta y eso lo sé sólo cuando aparece. Son procesos que tienen que ver mucho con la magia, el diseño, y el concepto de una canción vienen como trabajo posterior. Primero hay un vacío total, limpio, y vos vas, te mandas y es una improvisación, un contacto con fuerzas que yo desconozco. "Entrar en una", le digo yo, es un estado de conexión. Y una vez que una canción empieza a aparecer, se empieza a esculpir. Yo me fijo mucho en ser auténtico. Toda aventura artística grupal, aunque está cargada de abundantes exigencias y expectativas personales, es también un milagro que trae al mundo propósitos divinos inexplicables: emociona, conecta, da energía, transforma y hasta puede elevarnos. En esta experiencia compartimos nuestra mirada, nuestro sentir, también mostramos cómo somos, desnudándonos y reconociéndonos a la vez; reconocernos es suficiente para empezar a cambiarnos. Eso es lo que buscamos. Los alumnos de calle 13 –¿Cual es el grupo que más te gusta de la actualidad? –Me gusta mucho Calle 13, para mí es “la banda”. Ellos fueron los alumnos más avezados de la Bersuit. Lo dice René y todos los chicos. En el año '98 se acercaron a un concierto de Bersuit y nos invitaron a que conozcamos su estudio y conocimos un demo que terminó siendo el primer disco de ellos. Ellos venían a nuestros conciertos les encantaba lo que nosotros hacíamos. Qué paradoja que con el tiempo terminara bebiendo de mis propios alumnos, porque me parece que tienen una fuerza poética y musical irreverente, rebelde, potente, verdadera. Independientemente del marketing que manejan y alguna contradicción que todo el mundo tiene, el hecho artístico, que es lo que a mí me interesa, me parece relevante. Desnudo al rayo del sol En marzo último Cordera desnudó sus rincones más inhóspitos frente al público en el Festival de Lollapalooza en Chile. Era de mediodía y dejó caer el jardinero de jean, que era lo único que tapaba su humanidad completa, para solidarizarse con el pueblo Mapuche. “Para mí fue un momento de alquimia poderosísima. Es una experiencia vivencial que no se puede transferir. Yo le pediría a todos que se desnuden de día, sin estar borrachos ni nada, frente a un montón de gente. Es increíble. Otras veces lo había hecho con la Bersuit, de noche, borracho y como reacción. Esta vez, con convicción. Me sentí liberado, necesitaba desnudarme. En mi desnudez yo sostuve la mirada de la gente y cuando todos se relajaron ahí me subí los pantalones. Miré uno a uno a la cara y fue una sensación sanadora. Después fue vivir que les pasaba mis hijos, a mis padres, a mis amigos con eso. En el vestuario del club Racing, al que voy desde que nací, hace 50 años, un día un tipo me hizo una ironía sobre que me desnudé en el escenario. Fui y me pare frente a ellos (estaba con otros en las duchas) y les pregunté si aguantaban mi mirada y vi como se les achicaba al toque. Nunca había visto lo que le pasa a un pene cuando hay vergüenza y la mirada de otros. Fue loco.” "legalizar la marihuana es como legalizar la luna" El proyecto de ley para despenalizar el consumo de marihuana y controlar la producción, distribución y comercialización de la droga en Uruguay ya llegó a la Cámara de Diputados charrúa. Para su estudio, ahora será enviado a la comisión especial de drogas y adicciones con fines legislativos. El Pelado sonríe irónico y parafraseando a Terry Southern cuenta su mirada. “Para mí es una aberración jurídica legalizar una planta; es lo mismo que legalicen el aire. Es como leer en el diario que Uruguay legaliza la luna y regula el tiempo que se puede mirar. ¿De qué estamos hablando? dice. Se enoja un poco. Se irrita. “¿Cómo puede ser que una cosa creada por la naturaleza, necesite la aprobación de un gobierno? La marihuana existe, es, se legalice o no. Me importa tres carajos lo que piensen el Congreso y los presidentes. La marihuana existe porque existe. Si hoy me preguntas como va afectar esto en el control de la droga, no sé, creo que va a pasar a ser algo que tiene control del Estado y no sé si está tan bueno. No se sabe. Va a ser más barata y la posibilidad de experimentar calidad. La red de comercialización mafiosa va a perder un negocio muy importante, por lo que me parece que va a ser muy difícil que la legalicen. Pero todo el juego de la legalización me parece absolutamente estúpido. Es como que quieran prohibir respirar y legalizar el aire. Y puede llegar a pasar. Imagínate que a alguien hace 100 o 200 años le digan que el agua iba tener precio no lo creerían, sería inconcebible. No subestimemos la estupidez humana.” De Caravana por Europa Después del éxito de La Caravana Mágica Vol. 1 que superó el galardón de Disco de Oro, Gustavo Cordera y la Caravana Mágica vuelven con el Vol. 2, con canciones grabadas y mezcladas en el Estudio Unisonó bajo la producción artística de Juanito El Cantor, Chávez y el propio Gustavo Cordera. Para arrancar, el grupo tuvo la idea de ir a probar suerte al Viejo Continente sin un itinerario determinado. "La gira en Europa fue un acontecimiento nuevo para mi vida: hacer una gira en micro afuera del país. Vivíamos, comíamos, dormíamos en el micro; al terminar los conciertos nos bañábamos en el lugar o en alguna estación de servicio y seguíamos a otra ciudad; hicimos 16 conciertos. A La caravana mágica no la conoce absolutamente nadie y fuimos a mostrarnos. En España un poco nos conocían porque con Bersuit fuimos unas cuantas veces, pero en Alemania, en Holanda, o en ciudades como Praga o Budapest lo bueno fue que nos escucharon con inocencia, sin comparar con nada. La gente recibió la música libremente. Nos fue tan bien que tenemos una gira para el año que viene. Gustó mucho la propuesta, el color, la versatilidad musical los integrantes de la banda, la música que hacemos, el contenido y es inusual que esto pase. Cuando yo fui a España por primera vez fui con una Bersuit que se estaba consagrando en la Argentina y ahora fuimos con una banda que está naciendo, que tiene dos años. Hay un crecimiento mayor de lo esperado. Yo tenía una idea que en cinco años íbamos a poder salir después de asentarnos en Argentina y ya estuvimos en Chile, en Paraguay, en Uruguay, en Bolivia y hasta en Europa", dice, orgulloso, "el Pelado". Fuente: Infonews |
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