Este fin de semana Eddie Torre se fue del Chaco, con sus pinturas y esculturas. Algunas de ellas fueron pintadas o esculpidas hace varias décadas. Su cuantiosa obra plástica, por lo menos la que se hallaba en su poder, partieron con el artista. 

"Es inconmensurable el daño provocado por un grupo pequeño de personas, entre los que sobresalieron unos muchachos, una abuela, un comprador, unos abogados y un juez, aunque la mayor cuota de responsabilidad no está en aquellos autores o actores, sino en la indiferencia y en la indolencia generalizada de las mayorías culturales, artísticas, sociales, políticas e institucionales. Como algunos lo pensaron y lo ejecutaron, la expulsión de Eddie Torre, y de su extraordinaria obra plástica, fue un trágico y penoso acontecimiento anunciado", expresó Rolando Nuñez.