El evento contó con un importante respaldo político, destacándose la presencia de los diputados provinciales Iván Gyoker, Samuel Vargas y Maida With, quienes acompañaron a Ayala en esta jornada de reivindicación personal y contacto directo con la comunidad.

En un clima de cercanía y emoción, Ayala descartó de plano que el evento signifique un lanzamiento electoral inmediato. "De ninguna manera podría estar en campaña ni pensar en un cargo. Sería una falta de respeto a la gente que hoy no llega a fin de mes", sentenció, poniendo el foco en la difícil situación económica que atraviesan las familias chaqueñas.

Durante su discurso, hizo un balance sobre los ocho años que duró la causa judicial y valoró la lealtad de quienes se mantuvieron a su lado. "Este acto no tiene que ver con ninguna línea política interna. Nace de los vecinos que me paran en la calle, que saben cómo vivo, conocen mi auto y mi casa. Esa confianza vale oro", expresó ante el aplauso de los presentes.

Si bien negó aspiraciones a cargos en el corto plazo, ratificó su vocación de servicio: "Siempre hice política y la seguiré haciendo, con o sin cargo. La clase vulnerable necesita ser escuchada y yo voy a ser una voz para ellos".

Asimismo, adelantó que buscará habilitar un espacio físico para continuar recibiendo las inquietudes de los vecinos.

El acto marca el regreso público de la exmandataria tras el fallo de mediados de octubre que dejó sin efecto la condena previa, cerrando un capítulo judicial y abriendo una nueva etapa centrada en la escucha activa.