La Fórmula 1 tiene su nuevo campeón: Lando Norris hizo valer su ventaja en la última fecha en Abu Dhabi y, tras cruzar la bandera a cuadros tercero, conquistó su primer título mundial de la Máxima tras quedar primero en el campeonato de pilotos con 423 puntos, dos más que Max Verstappen y 13 más que Oscar Piastri, su compañero en McLaren. Emocionado, todavía desde el radio de su MCL39, el británico le dedicó la consagración a su mamá y a su papá apenas terminó el último Gran Premio del año, antes de agradecerle a su equipo: “¡Lo hicimos! Gracias a todos en McLaren. Los quiero mucho. ¡Hicieron mi sueño realidad!”.

Norris se convirtió en el 35° campeón en la historia de la Fórmula 1 tras una estratégica carrera en Yas Marina que tuvo como vencedor a Verstappen y segundo a Piastri. McLaren no se equivocó esta vez y su piloto británico, infalible y con una sangre fría que contrasta con su perfil simpático y risueño, conquistó el anhelado título de esta atrapante temporada, la séptima de una trayectoria que le entregó al nacido en Bristol la alegría deportiva más grande de su vida.

El nuevo rey de la Máxima Categoría fue protagonista todo el año del campeonato mundial pero se consolidó como firme candidato en la fecha 20, cuando con su victoria en México le arrebató la cima a Piastri y ya nadie pudo quitarle la punta. Su camino rumbo a este primer título, sin embargo, comenzó a escribirse mucho antes en sus días en el Gran Circo. Arrancó en 2019 cuando comenzó el sueño en la Fórmula 1, con una temporada de novato impresionante: Norris terminó el año por delante de su compañero de equipo Carlos Sainz en sus mano a mano clasificatorios (lo superó en 11 qualys de las 21 carreras), anotó puntos 11 veces y solo quedó a tres unidades de un lugar entre los 10 primeros del campeonato.

Sus primeros tres años en la elite del automovilismo mundial evidenciaron la destreza de quien se sumaría a la notable lista de campeones mundiales: el británico sumó su primer podio en 2020 (en el Gran Premio de Austria) y su primera pole en 2021 (en el Gran Premio de Rusia), finalizando aquellas temporada noveno y sexto, respectivamente. Ese comienzo auspicioso llegó con premio: en febrero de 2022, cuando todavía faltaban dos años para su primera victoria, McLaren redobló su confianza en Norris y le extendió su contrato hasta esta temporada 2025, sin saber que sería la de la gloria máxima.

Si la llegada del talentoso Norris a la Fórmula 1 dio rienda suelta a la ilusión, la llama del piloto británico encendió definitivamente el año pasado: las 11 victorias que suma su historial en el Gran Circo se concentran en estas dos últimas temporadas, acompañadas de la consolidación de McLaren como el mejor constructor de la Máxima y hacedor del monoplaza más veloz y sólido del presente de la categoría. El primer triunfo de Norris llegó en el Gran Premio de Miami de 2024, al que seguirían otros otros tres ese calendario que lo convirtieron en una pieza clave para guiar a su escudería hacia la corona de constructores tras un cuarto de siglo sin ganarla. Aquel título anterior de 1998, con Mika Hakkinen y David Coulthard como pilotos, exhibe una curiosidad que ahora se ilumina: fue un año antes de que naciera el actual campeón.