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General
Caso Cecilia: “Querían matarla, hacerla desaparecer”, dijo el fiscal en su alegato

 

 

 Hay un fuerte despliegue policial en el centro de Resistencia. Después de tres jornadas intensas para seleccionar a los 12 jurados populares (y los 8 suplentes), este viernes comenzó el juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski.

La primera audiencia del debate oral comenzó pasadas las 10 de la mañana en el Centro de Estudios Judiciales (Juan B. Justo 42). No obstante, estaba prevista para las 8. ¿El motivo de la demora? Según pudo saber Infobae, hubo que acondicionar una habitación contigua para alojar más tarde a los imputados, ya que tres de los testigos citados para hoy pidieron declarar sin su presencia.

Antes de comenzar, como ya es costumbre, los medios nacionales y locales pudieron ingresar brevemente a la nueva sala para registrar imágenes del lugar y de los acusados. El silencio era absoluto: solo se escuchaba el clic de los flashes.

Los imputados estaban sentados, rodeados de agentes de seguridad y junto a sus defensores. Emerenciano Sena volvió a llamar la atención: esta vez, se cubrió el rostro con una carpeta. Marcela Acuña llevó puesta una remera con la cara de Jesucristo.

El juicio comenzó con las palabras de la jueza técnica, Dolly Fernández, quien primero se dirigió a los imputados para recordarles sus derechos durante el debate y luego al jurado popular, a cuyos 12 miembros les explicó cómo será la dinámica de las jornadas y otras precisiones sobre su rol.

 

Luego siguió con su alegato el fiscal Martín Bogado. “A Cecilia la mataron, la quemaron y creyeron que su poder los haría impunes”, comenzó diciendo el representante del Ministerio Público Fiscal.

 

“En su camino de la vida tuvo la desgracia de cruzarse con las personas equivocadas. Personas violentas, que la despreciaron, que la engañaron y que cuando se dieron cuenta de que no podían controlarla, porque ella no era como ellos, decidieron quitarla del medio”, continuó el acusador, asegurando que los padres de César Sena —Emerenciano y Marcela— no la querían en la familia porque no era como ellos.

El fiscal Bogado aseguró que desde entonces arrancó su plan. “La idea de un objetivo único: querían matarla, hacerla desaparecer”, subrayó. “Cecilia se defendió. Cecilia luchó por su vida. Luego de cometer el homicidio, César Sena se dirigió hacia el barrio Emerenciano, donde estuvo con sus padres. Regresaron aproximadamente a las 12. Primero César Sena, después llegan Emerenciano y Marcela. Están los tres juntos, empiezan a poner en marcha la segunda parte del plan: hacer desaparecer el cuerpo de Cecilia y borrar cualquier rastro del crimen”, siguió.

 

“Pasadas las 13 horas, Emerenciano Sena y Marcela Acuña se comunicaron con sus colaboradores directos, sus personas de confianza: Gustavo Obregón y Fabiana González. Le dieron indicaciones precisas: “Cuiden a César”. Luego describió el rol que tuvo cada uno de los siete imputados en el hecho.

 

El abogado querellante Gustavo Briend fue el siguiente en tomar la palabra. Habló en nombre de la familia de Cecilia, pidió justicia por ella y aseguró: “Hay numerosas pruebas de cargo que implican la responsabilidad y, por lo tanto, nosotros entendemos que el único veredicto posible para estas personas es el delito de culpabilidad”.

Ricardo Osuna, abogado de Emerenciano Sena, fue el primero de los defensores en tomar la palabra. Su alegato se basó en remarcar que no hay prueba directa contra el acusado, ni una autopsia que determine que Cecilia fue asesinada.

 

“Como no existe ninguna prueba que hable de algún tipo de participación del señor Emerenciano Sena en estos hechos, más que ser un buen padre, un buen vecino, un buen amigo, un buen esposo, no van a escuchar otra cosa acá en, en las audiencias donde se va a producir la prueba”, aseguró el letrado. Y agregó: “Hablan de un engaño. ¿De qué engaño podemos hablar cuando ni siquiera tenía ningún tipo de vinculación, ni de conversación, ni de relación siquiera? De hecho, el señor Emerenciano Sena se enteró estando detenido, que el hijo se había casado y que tenía esta supuesta relación con la víctima".

 

Osuna concluyó: “Por eso nosotros empezamos este juicio con mucha expectativa y les pido que resuelvan un veredicto de no culpabilidad con respecto al señor Emerenciano Sena”.

Luego fue el turno de Celeste Ojeda, abogada de Marcela Acuña. Su alegato arrancó con una frase de su representada cuando ocurrieron los hechos. “Creo que sucedió algo grave con César. Estoy desesperada”, reprodujo Ojeda. Y explicó: “Esa fue la frase que envió Marcela Acuña a Fabiana González. Esa no es la frase de una madre que había planeado algo. Esa no es la frase de una persona que había organizado matar a alguien. Esa es la frase de una madre que se acababa de enterar a lo grave que había sucedido en su domicilio”.

 

La defensora de Acuña admitió en su alegato que Marcela vio el cuerpo en una de sus habitaciones, que al principio no supo de quién era y que le pidió a sus colaboradores que lo sacaran de allí, y que al día siguiente supo que el cadáver era de Cecilia. Dijo que ella actuó como una “madre desesperada”.

 

“Reconocemos que Marcela se enteró después y que intentó ocultar... Pero acá lo que ustedes tienen que juzgar es si Marcela cometió o no cometió lo que la fiscalía dice. Si realmente existió este plan que dice la fiscalía, o si es como nosotros sostenemos. Recuerden que no es lo mismo crear un plan, organizar un plan, ejecutarlo, dijo el funcionario de la querella, dar muerte a alguien, que no tener idea de lo que sucedió, de no saber absolutamente nada, de encontrarse con una situación, de enterarse después de que sucedió algo grave y que a partir de allí se realicen actos para tratar de ocultarlo, que a partir de ahí se decidan encubrir”.

Gabriela Tomljenovic, abogada de César Sena, fue la próxima. Su cliente está acusado de cometer el femicidio de Cecilia. En su alegato, le habló al jurado y les advirtió: “Esto es un rompecabezas y ustedes no van a poder terminar de armarlo. Y yo les voy a dar algunos ejemplos. Primera cuestión: se menciona un plan...Si había un plan y dentro de ese plan estaba la previsión de un viaje, yo me pregunto: ¿es lógico que César Sena se fue al barrio Emerenciano como lo hacía siempre? Asumimos que si había un plan de iba-- que iban a hacer un viaje, él con su compañera, no se iba a andar mostrando en público como lo hacía siempre. Lo más razonable hubiese sido que él se oculte de la vista de todos".

Y concluyó: “Lo concreto, señores miembros del jurado, y lo que queda claro y que es materia de debate, es lo que en definitiva ustedes están acá para analizar, que yo se los propongo, es que digamos que la existencia del hecho base, que es investigar la presunta muerte de una persona, en este caso de Cecilia, no está acreditada. Todo esto que yo ya les anticipé más lo que ustedes van a ir viendo a lo largo de las próximas audiencias. No van a tener ningún testimonio directo, no van a encontrar ninguna prueba directa”.

La abogada defensora de Fabiana González y Gustavo Obregón sostuvo ante el tribunal que sus defendidos actuaron siempre por gratitud y confianza hacia la familia Sena, descartando la existencia de un plan criminal. Resaltó el contexto personal y familiar de ambos imputados, sus orígenes humildes y la ayuda brindada por los Sena en sus momentos de mayor necesidad, tanto laboral como afectiva. “Quiero que se saquen de los prejuicios, porque mucho prejuicio, muchos dicen que es político, que no es político y se discute con eso”, expresó la abogada, y pidió al jurado que evalúe los hechos con la mente abierta y basándose únicamente en las pruebas.

En su alegato, remarcó que Fabiana y Gustavo participaron en actividades cotidianas y laborales habituales, derivadas de la relación de confianza con la familia Sena, quienes incluso los ayudaron en circunstancias difíciles. La defensora también subrayó: “Por confianza, hicieron montones de cosas. Por gratitud, hicieron montones de cosas”. Reiteró que la fiscalía es la que debe probar la culpabilidad y pidió a los presentes que ignoren las versiones mediáticas, enfocándose solo en los hechos y testimonios presentados durante el juicio.

 

La abogada Mónica Sánchez, defensora de Gustavo Melgarejo, afirmó ante el jurado que su representado no participó en el hecho investigado y que la noche del 2 de junio de 2023 se encontraba en la casa de un vecino, Rodolfo Ríos, a 1.300 metros del campo de Emerenciano Sena. Argumentó que Melgarejo entregó voluntariamente su teléfono celular a la justicia para demostrar su ubicación y que en los videos registrados consta que permaneció en la vivienda de Ríos con su familia hasta la medianoche. “Una persona que no tiene nada que esconder entrega su celular como lo hizo Gustavo Melgarejo”, sostuvo Sánchez.

La defensora consideró a Melgarejo como un testigo más que como un imputado, y sostuvo que las pruebas de la fiscalía no acreditan su intervención en el delito. Cuestionó la relevancia de la llamada que, según la acusación, lo implicaría, y señaló que “esa llamada ni siquiera fue advertida, ni tampoco fue atendida por el señor Melgarejo”. Sánchez remarcó que las únicas referencias que su defendido hizo ante la justicia fueron sobre una “quemazón” observada en el campo, y pidió al jurado que valore la falta de pruebas en su contra: “Sin prueba, no tiene que haber una persona detenida”.

 

La abogada Celeste Ojeda, quien también representa a Griselda Reinoso, planteó ante el tribunal la dificultad de probar una acción que no existió y afirmó que la acusación de la fiscalía se basa en suposiciones. Sostuvo que la noche del 2 de junio de 2023, Reinoso y su familia estaban en la casa de un vecino, Rodolfo Ríos, a considerable distancia del campo de Emerenciano Sena, donde compartieron una cena y tomaron fotos y videos que, según la abogada, permiten demostrar su ubicación y actividades. “Griselda es inocente de lo que a ella se le acusa y nosotros lo vamos a probar”, aseguró Ojeda.

Durante su alegato, la defensora remarcó que Griselda Reinoso no tenía relación ni contacto con Marcela Acuña y que tampoco recibió órdenes de ninguna índole. Resaltó que durante el juicio se presentarán peritajes, fotografías y testimonios para ilustrar las distancias y condiciones del lugar, y cuestionó la validez de la supuesta llamada de cuatro segundos que la fiscalía menciona como prueba. “A lo largo de este juicio voy a tratar de probar lo que no se hizo con todas estas pruebas que yo les digo”, afirmó Ojeda, y solicitó que el jurado emita un veredicto de inocencia para su defendida.