Jorge Capitanich dio la bienvenida a los escultores que participan de la 30° edición de la Bienal Internacional de Esculturas durante una cena que se realizó en el Salón Casa Blanca de Hotel Amerian. Durante el agasajo Capitanich destacó que cada una de las obras realizadas y por realizar por parte de los participantes “forma parte de nuestro patrimonio artístico y cultural el cual es protegido por la comunidad y es el legado que cada uno de ustedes deja a través de la historia”.

“Esta tierra chaqueña los ata definitivamente al compromiso del regreso, ya que como dice el poeta Mario Nestoroff ‘Quien mil veces partió, volvió otras tantas, nuestra alma está hecha del regreso’, y es por esto que el legado que ustedes dejan forma parte de este compromiso y este pueblo les agradecerá durante toda su vida que  permanezca por el fin de los tiempos”, dijo el intendente.

El jefe comunal aseveró que los resistencianos “generan un diálogo que supera todas las barreras idiomáticas con el arte y el artista y esto es posible en virtud de una secuencia de hechos históricos, entre los que destacó el plan de embellecimiento de la ciudad en 1961; el primer encuentro de escultores en la Plaza 25 de Mayo en 1988 y que tuvo como uno de sus impulsores al por entonces gobernador Danilo Baroni, en cuya gestión Capitanich ocupaba el cargo de subsecretario General de la Gobernación; la primera Bienal en 1998; la decisión de   trasladar de la Plaza al Domo del Centenario el lugar de realización en 2006; la construcción del Museum en 2008, la remodelación del Domo y todo el entorno en 2010 y alcanzar los casi 100 mil metros cuadrado en esta edición con un récord de personas que seguramente terminarán coronando esta semana.

Capitanch agradeció “profundamente la vocación de servicio de Fabriciano por la comunidad y por construir en nuestra provincia y ciudad una política cultural que es concebida como de Estado”.

“Es un gran gusto poder observar que después de tantos años, la Bienal sigue siendo valorada socialmente a nivel local e internacional”, dijo.

Mencionó además que su gestión trabaja para cumplir con todos los requisitos y protocolos que exige la Unesco para lograr que Resistencia sea declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, “cuyo sueño tiene que tener un final feliz”. Para esto el intendente dijo que “nuestros escultores de todo el mundo serán los principales voceros, embajadores y tutores”.

“Resistencia es un museo a cielo abierto y un patrimonio cultural que queda impregnado en la conciencia popular y es un rasgo distintivo del cual estamos muy orgullosos”, dijo

 

De esta manera el municipio agasajó a Raúl “Pájaro” Gómez (Argentina), León Saavedra Geuer (Bolivia), Piotr Twardowski (Polonia) Tobel (Alemania) Fernando Pinto (Colombia) y Qian Sihua (China) ganadores de las diez Bienales realizadas entre 1998 y 2016, quienes se dirimirán el “Gran Premio de Honor”. Además destacó la presencia de Nadia Guthmann, Mauro Musante, Alejandro Arce, Gabriela Farias Nicchi, Adriana Pantanali, Quique Gurevich, María Guallar, Norma Siguelboim, Damián Sondereguer, Raúl Oscar Collemi y Diego Santurio y de los jurados Ramón Morales Rossi, Jorge de Santiago López y Juan Bordes.

Además del Gran Premio de Honor se realizará el tradicional Premio Desafío, concurso escultórico en el que participan más de treinta estudiantes avanzados de las escuelas de Bellas Artes de diferentes provincias, entre quienes seguramente anidan los próximos grandes escultores argentinos.

En paralelo a los certámenes de escultura, tendrán lugar otras expresiones del arte contemporáneo, como arte efímero, intervenciones, instalación acuática, obras colectivas con originarios, jornadas de arte lúdico para los niños y el soporte teórico de talleres y conferencias.

De la cena participaron secretarios y subsecretarios del gabinete municipal, el presidente del Instituto de Cultura, Héctor Bernabé, concejales capitalinos, autoridades de la Fundación Urunday y autoridades de cámaras empresariales y turísticas de la provincia y Resistencia.

La tradicional cena de agasajo a los escultores que participan en la Bienal tuvo la particularidad de que contó con una propuesta culinaria que rescató y valorizó los sabores y productos locales.