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General
Sólo 7 de cada 10 argentinos infectados sabe que tiene HIV
La epidemia lleva más de 30 años en el mundo. Hoy el foco apunta a ampliar los testeos para detectarla y tratarla.

Al referirnos a la situación del HIV en Argentina siempre nos preocupa saber cuántas personas viven con la infección, cuántos de ellos saben que la tienen y qué se puede hacer para que todas las personas infectadas conozcan su situación y comprendan el beneficio de saberlo. De acuerdo a las últimas estimaciones, que son bastante recientes, hay unas 126 mil personas infectadas vivas en Argentina de las cuales, alrededor del 70% conoce su situación.

"El resto aún no lo sabe porque no se ha realizado las pruebas de laboratorio. Para revertir esta situación, desde el Ministerio de Salud de la Nación se está llevando a cabo una campaña denominada "Elegí saber" que busca motivar a la población para que se realice el test y pueda saber si está infectado", indicó el doctor Jorge Benetucci, médico infectólogo, Profesor Consulto Titular de Infectología de la UBA y Consultor de Helios Salud. De acuerdo al especialista, conocer la situación serológica de una persona sirve para dos grandes cosas. En primer lugar está la posibilidad de iniciar el tratamiento precozmente, lo cual en general suele traer mejores beneficios para el paciente en el largo plazo. "Esto quiere decir que cuanto más pronto inicie la toma de la medicación, mejores serán los resultados del tratamiento", señaló.

En segundo lugar, no se trata solo de un beneficio personal sino comunitario, porque "si una persona está en tratamiento y el virus está absolutamente controlado por debajo del límite de detección de los análisis, la posibilidad que tiene de transmitir la infección es bastante remota. Con lo cual, se conseguiría de alguna manera ir frenando la diseminación de la infección en la comunidad", agregó el experto.



El sistema y los pacientes
En Argentina, todas las personas que viven con HIV pueden acceder gratuitamente a su tratamiento. Quienes cuentan con cobertura de seguridad social reciben su medicación a través de las distintas obras sociales a las que estén afiliadas y quienes cuentan con cobertura prepaga la reciben a través de su sistema de medicina prepaga. "Aquellos pacientes que no cuentan con una cobertura médica, pueden recibir sus fármacos a través de la Dirección Nacional de Sida y ETS del Ministerio de Salud que, por medio de todos los hospitales públicos efectores que brindan la atención y el tratamiento", señaló el doctor Benetucci.


Transmisión vertical
Hoy en día existen los recursos necesarios para que la transmisión del HIV de una madre a su hijo al momento del nacimiento sea inferior al 1%. "Lamentablemente, en Argentina, los guarismos nos muestran que todavía tenemos un valor alto que ronda el 6%. Esto probablemente tiene que ver con el acceso limitado que muchas personas tienen a la atención del embarazo", indicó el especialista.

"Hay muchas mujeres que llegan al hospital a atender su embarazo cuando ya están en trabajo de parto, con lo cual no hay tiempo de hacer el diagnóstico ni de establecer la profilaxis", agregó. Por este motivo, resulta fundamental que toda mujer embarazada sepa si es HIV positivo o no porque existe el tratamiento para ella y las medidas necesarias para evitar que su hijo adquiera la infección al nacer.

Algún tiempo atrás, unos artículos de las revistas The Economist y Times hablaban del "fin del HIV". El primero señalaba que si todas las personas infectadas conocieran su situación serológica y estuvieran en tratamiento, la posibilidad de tener una carga viral negativa, haría prácticamente muy difícil la transmisión de una persona a otra.

El segundo, daba cuenta del lema "San Francisco sida cero" con el que una de las cunas de la pandemia de HIV/sida decidió hacer frente a la infección y revirtió su reputación. Hoy buscan que ninguna persona positiva esté sin su tratamiento, porque de este modo se evita que el virus siga su transmisión de unos a otros. "De hecho, esto es así y hay una estrategia que se ha elaborado en los últimos tiempos que ha adoptado la Organización Mundial de la Salud (OMS), que también adoptó la Argentina a través de su autoridad sanitaria que se denomina la estrategia '90 – 90 – 90'", indicó el experto.

Este plan consiste en lograr tener diagnosticado, por lo menos al 90% de las personas infectadas. De ese número se espera conseguir que el 90% reciba su medicación y que del total de pacientes tratados, el 90% tenga su carga viral controlada, es decir, no detectable.


Un chequeo más
Uno de los principales interrogantes a la hora de pensar en cómo llegar al 90% de los pacientes detectados es cómo se puede estimular el aumento del testeo. De acuerdo con el especialista es importante que todas las personas se chequeen, independientemente de si consideran que estuvieron expuestas a situaciones de riesgo o no.

Muchas veces, la gente no percibe como riesgo haber tenido una relación sexual furtiva aunque pueda llegar a serlo. Por este motivo, para el doctor Benetucci, el test debería ser entendido por las personas como una cuestión que tiene que ver con su propia salud. "De la misma manera que uno se realiza un test de azúcar en sangre, si bien esto tiene mayor envergadura, debe tratar de ver si está infectada porque de esa manera va a poder acceder a los tratamientos y va a obtener un beneficio personal y comunitario", indicó.









Fuente:Infobae