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General
El discurso de Lorenzetti en el Palacio de Justicia
Con una presencia de magistrados y letrados superior a la de otros años, el presidente de la Corte dio inicio al "año judicial" con un discurso en el que llamó a "terminar con las investigaciones oscuras que se traban, a terminar con la impunidad". 
Remarcó la independencia de poderes y que la falta de tribunales impide avanzar con juicios clave, como el de la AMIA.

En la apertura del año judicial, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, recordó que en la causa que investiga el atentado contra la embajada de Israel ya hubo una sentencia en 1999. "Determinó la materialidad y la imputabilidad del hecho. Encontró culpable a un grupo: Hezbollah. No podemos, como tribunal, modificar el fallo, es cosa juzgada", aseguró, en lo que fue una respuesta a la presidenta Cristina Kirchner.

La mandataria había embestido contra Lorenzetti en la apertura de sesiones legislativas cuando criticó a la Corte y se preguntó cómo se encuentra la causa por el atentado a la Embajada de Israel, que investiga el máximo tribunal.

"¿Sabe alguien, alguien le puede informar a esta Presidenta cuál es el resultado de la investigación que llevó adelante la Corte Suprema de Justicia de la Nación del atentado de la embajada de Israel, quiénes son los condenados, cuáles son los procesados, qué fue lo que pasó?", se había preguntado la jefa de Estado.

Por otra parte, Lorenzetti llamó a terminar con la impunidad y con las investigaciones oscuras. Además reconoció que los tribunales están saturados y pidió a los jueces que hagan esfuerzo para llevar adelante las causas, una reforma del sistema de seguridad para que se pueda investigar y mejorar el sistema de investigación.

El presidente de la Corte Suprema reclamó "preservar la democracia" y advirtió que no se tolerará "ninguna acción extrema que ponga en riesgo el sistema democrático". 

"Estamos atados a la Constitución: cuando una norma o ley es contraria a la Constitución es nuestro deber poner los limites", concluyó.

El discurso de Lorenzetti fue seguido de cerca en las primeras filas por el ministro de Justicia, Julio Alak; la procuradora General, Alejandra Gils Carbo; los camaristas de Casación Gustavo Hornos, Mariano Borinsky, Ana María Figueroa, Luis María Cabral Eduardo Riggi y Liliana Catucci.

A su vez, estuvieron el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y la titular de la nueva Cámara de Casación porteña, María Laura Garrigós de Rebori, junto a la mayoría de los magistrados que integran el cuerpo.

Los camaristas federales Jorge Luis Ballestero, Martín Irurzur y Eduardo Farah se sentaron en las filas siguientes, mientras que los jueces federales estuvieron representados en la sexta fila de la sala por Daniel Rafecas, Sebastián Ramos y Rodolfo Canicoba Corral.

Más atrás, se ubicaron los jueces Luis Rodríguez, Marcelo Martínez de Giorgi, Claudio Bonadio y Ariel Lijo.

Entre los invitados especiales también estuvieron el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro; el auditor Leandro Despouy y el secretario general de los judiciales, Julio Piumato.