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General
Difunden medidas para evitar enfermedades transmitidas por el agua
Para disfrutar de un verano saludable, desde el Ministerio de Salud Pública se recordaron una serie de medidas para poder realizar actividades recreativas en piletas, ríos o balnearios sin evitar contraer enfermedades que pueden ser transmitidas a través del agua.


La directora de Epidemiología, Bettina Irigoyen, comentó que “antes de darse un chapuzón, es necesario tener en cuenta que el agua, tanto la que se consume diariamente como la que se usa con fines recreativos, puede ser un vehículo de transmisión de enfermedades infecciosas”. Entre ellas, mencionó otitis, conjuntivitis, hepatitis, problemas dermatológicos, pie de atleta, diversas infecciones intestinales y la infección de una herida previa. 
“Las enfermedades transmitidas por el agua pueden adquirirse durante actividades recreativas al tragar, respirar o tener contacto con parásitos y bacterias en piscinas, spa, lagos o ríos”, explicó. Los niños pequeños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con las defensas disminuidas son los más propensos a contraerlas, por lo que deben ser advertidos acerca de la prevención de las enfermedades y los comportamientos saludables de natación. En este sentido, Irigoyen enfatizó que, “la clave no pasa por evitar la pileta sino por tomar las medidas necesarias para poder disfrutarla al máximo”. 

Las recomendaciones para evitar cualquier tipo de contagio son: Evitar bañarse en piletas, ríos o balnearios que no cuentan con la debida habilitación, como así también, no sumergirse en aguas contaminadas de lagos o canteras. Practicar una buena higiene, es decir ducharse antes de nadar y al salir del agua y lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño o cambiar pañales. Secar bien y en detalle cada parte del cuerpo, en especial oídos y pliegues en la piel. Se puede usar una toalla de manera suave y se aconseja inclinar la cabeza hacia los lados para que los oídos queden en posición que permita que el agua salga. Para finalizar, se debe evitar tragar y consumir el agua en que se está sumergido, más aún evitar que el agua entre en la boca y evitar el ingreso y/o acceso de mascotas en las piletas de uso familiar.
Se recomienda además, evitar ingresar al agua si se tiene diarrea a alguna enfermedad gastrointestinal y en el caso de los niños llevarlos al baño reiteradamente y utilizar zonas alejadas para el cambio del pañal.

Piletas de uso familiar
En otro orden, recomendó a los dueños de piletas tomar precauciones para que el agua no sea un medio de transmisión de bacterias, hongos, virus y parásitos empleando productos especiales para ello. “En relación con los productos a utilizar en la pileta, es bueno saber que el cloro mantiene el agua libre de bacterias, ya que su función es destruir estos microorganismos”, remarcó la epidemióloga.
Es importante realizar el tratamiento con la cantidad adecuada de cloro, teniendo en cuenta el volumen de agua que contiene la pileta, como así también, debe controlarse periódicamente que la cantidad no sea excesivamente alta o baja, y para ello pueden utilizarse kits de tiras de prueba que permiten su medición.
En las piletas de natación es importante controlar el PH del agua al menos una vez por semana, utilizando el kit de medición, lo que influye directamente en la efectividad del cloro. El PH debe encontrarse en un valor de 7,2 a 7,6.
En algunos casos puede requerirse la utilización de alguicidas para eliminar las algas presentes en la piscina, las cuales provocan que el agua se torne verdosa y que las paredes y el fondo de la pileta se vuelvan resbaladizos. Su aplicación debe realizarse en cada renovación del agua y según la dosis recomendada en el rótulo del producto.

Algunas de las enfermedades
La otitis es una inflamación bacteriana del oído que suele comenzar con picazón, seguida de dolor, que puede provocar fiebre y vómitos, entre otros síntomas. Una de las formas de prevenirla es usando tapones de silicona al meterse al agua, especialmente para los más chicos que tienen más predisposición a adquirirla y en general, lo recomendable es lavarse y secarse los oídos cada vez que se sale del agua.
La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva del ojo, es causada por virus o bacterias, pero también puede tener su origen en una reacción al exceso de cloro. Los síntomas son el enrojecimiento de los ojos, la picazón, el intenso lagrimeo, sensación de pegoteo y molestia ante la luz. Es una patología muy contagiosa, por lo cual los que la padecen no deben bañarse en piletas ni compartir toallas. 
La gastroenteritis es una infección menor del tracto digestivo, que puede ser causada por microorganismos que se multiplican en el estómago y el intestino o por un virus que se dispersa. 
Los hongos cutáneos son otra infección frecuente altamente contagiosa, para su aparición es necesario mantener el cuerpo seco la mayor cantidad de tiempo posible, sobre todo las zonas interdigitales y pliegues de la piel. Por último se debe utilizar calzados ventilados para evitar el calor, la humedad y la maceración de la piel ya que los pies son la zona donde aparecen hongos con mayor frecuencia.