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General
A 31 años del triunfo de Alfonsín y el regreso a la era democrática
Luego de ganar con el 52% de los votos contra el justicialista Italo Luder -7,5 millones de votos contra 5,7 millones-, el líder radical asumió la presidencia el 10 de diciembre.
Se cumplen hoy 31 años de las históricas elecciones que permitieron a Raúl Alfonsín inaugurar el período democrático más prolongado de nuestra historia y el regreso del radicalismo al poder.
Luego de ganar con el 52% de los votos contra el justicialista Italo Luder -7,5 millones de votos contra 5,7 millones-, Alfonsín asumió la presidencia el 10 de diciembre, en el medio de una fiesta popular.

Esa elección, que representó la primera derrota electoral a nivel presidencial del peronismo en su historia de cuatro décadas, significó la consagración de la fórmula Raúl Alfonsín-Víctor Martínez con una amplitud de 11 puntos de diferencia sobre la fórmula del PJ encabezada por Italo Luder y el chaqueño Deolindo Bittel.

La victoria de los dirigentes que representaban al Movimiento de Renovación y Cambio (MRC) se dio ante una estructura tradicional del peronismo con viejo caudillos de la década del setenta, acompañada por grupos sindicales encabezados por el líder de las 62 Organizaciones, Lorenzo Miguel.
El arrastre que logró en aquella jornada la figura de Alfonsín hizo que la lista 3, con la que se identificaba el radicalismo, lograra triunfos en distritos clave que parecían imposibles aún en los pronósticos más optimistas, tal el caso de la provincia de Buenos Aires, donde el médico de Saladillo Alejandro Armendáriz, derrotó con autoridad al justicialista Herminio Iglesias.

El envión también se dio en otras provincias grandes, como Córdoba (con Eduardo Angeloz) y Mendoza (Santiago Llaver), donde la UCR cantó victoria, al igual que en distritos como Río Negro (Osvaldo Álvarez Guerrero), Entre Ríos (Sergio Montiel), Misiones (Ricardo Barrios Arrechea) y la Capital Federal.

En tanto, el justicialismo logró ganar en un mayor número de provincias, pero sus victorias distritales como en La Rioja (Carlos Menem), San Luis (Adolfo Rodríguez Saá); Santa Fe, Catamarca, Jujuy, Santa cruz, Santiago del Estero y Salta, entre otros, no repercutieron tanto en el voto a los candidatos presidenciales.

La elección nacional estuvo polarizada entre la UCR y el PJ (entre ambos sumaron el 91% del electorado) mientras las restantes 10 fórmulas se repartieron la migajas de los votos.

En ese momento las elección presidencial se realizaba mediante el Colegio Electoral, y el radicalismo se garantizó la mayoría absoluta al alcanzar 317 electores entre los 600 disponibles, mientras el PJ sumó 259, los partidos provinciales 20, el PI 2 y el MID también 2.

En tanto, la apertura democrática posibilitó también la elección de un congreso completamente nuevo, con la particularidad de que la UCR se quedó con mayoría y quórum propio en Diputados y en el Senado la mayoría fue para el PJ.

Así en la Cámara baja el centenario partido ganó 129 bancas sobre las 254 disponibles, el PJ se alzó con 111 escaños, el PI con 10, el MID 3 y la Democracia Cristiana una banca, mientras en el Senado la mayoría absoluta fue para la PJ, seguido por la UCR y los partidos provinciales.
El gobierno de Raúl Alfonsín tuvo impulso progresista y levantó desde sus orígenes las banderas de los Derechos Humanos -propulsó el Juicio a las Juntas- y fue el primero en casi medio siglo que entregó el poder a otro de signo diferente en tiempos democráticos.



Fuente: DiarioUno