Las consecuencias de comer alimentos con alto contenido en grasas generaron una mayor inflamación cerebral en los machos y no en las hembras; esta inflamación puede provocar problemas cardiacos y un mayor riesgo de sufrir diabetes.

 

“Nuestros datos mostraron que los ratones que tenían inflamación cerebral sufrían prediabetes, además de alteraciones en la función cardiovascular. Esto solo ocurría en los ratones macho; no había inflamación en las hembras. Vimos que no estaba del todo mal que las hembras tuvieran, de vez en cuando, una dieta alta en grasas. Sin embargo, fue altamente perjudicial en hombres”, explica a la agencia Sinc Deborah Clegg, coautora del estudio.

 

Según los científicos, después de todo, una dieta alta en grasas no podría ser del todo negativa para las mujeres. De cualquier forma, los expertos se encuentran en estos momentos trabajando en la forma de confirmar si estos hallazgos pueden aplicarse también a los seres humanos.

 

De ratificarse esta hipótesis, las recomendaciones dietéticas de cara a luchar contra la epidemia de obesidad que sufre el mundo deberían diversificarse y crear dietas que tengan en cuenta el sexo del paciente para controlar la ingesta de grasas, entre otras cosas.

Fuente: Salud.com