El ajuste, la desigualdad y la inseguridad laboral son perjudiciales para la salud mental y que los gobiernos deberían combatirlos, según afirmó en un devastador informe uno de los representantes en esta área de la Organización de las Naciones Unidas. 

El doctor Dainius Puras entregará este lunes 24 de junio al consejo de derechos humanos de la ONU en Ginebra el informe que elaboró sobre la salud mental. Según sus conclusiones, la justicia social es más eficaz para combatir las enfermedades mentales que la medicación y la terapia, que fueron la base de los tratamientos en los últimos treinta años.

"Esta sería la mejor 'vacuna' contra las enfermedades mentales y sería mucho mejor que el uso excesivo de medicamentos psicotrópicos que sucede en la actualidad", indicó Puras en una entrevista con el medio británico The Guardian.

Según el experto, desde la crisis económica mundial del 2008, las políticas que acentuaron la división, la desigualdad y el aislamiento social golpearon el equilibrio mental de la población. "Las medidas de austeridad no contribuyeron positivamente a la buena salud mental. Las personas se sienten inseguras, ansiosas y no disfrutan de un buen bienestar emocional debido a esta situación de inseguridad", sentenció.

Puras señaló además que “la mejor manera de invertir en la salud mental de las personas es crear un entorno de apoyo en todos los ámbitos, desde la familia hasta el lugar de trabajo”. Y remarcó que está claro que son necesarios los fármacos y la terapia, pero sin abusar de ellos, dado que los factores sociales influyen igual o más. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 970 millones de personas en todo el mundo padecen algún tipo de malestar mental, y la prevalencia de enfermedades como la depresión y la ansiedad se incrementó en más del 40% en las últimas tres décadas. A nivel local, según el Primer Estudio Epidemiológico Nacional difundido a principios del año pasado, uno de cada tres argentinos sufre algún trastorno a nivel mental.

El informe de Puras es contundente: la desigualdad es un obstáculo clave para la salud mental a nivel mundial. “Muchos factores de riesgo para la mala salud mental están estrechamente asociados con las desigualdades en las condiciones de la vida diaria. Varios también están relacionados con el impacto corrosivo de ver la vida como algo injusto".

Por ello, el experto pidió reducir la desigualdad y la exclusión social, diseñar mejores programas escolares y de educación temprana, intervenciones rápidas para ayudar a quienes sufren experiencias adversas en la niñez, una mayor sindicalización laboral y un mejor bienestar social. "Necesitamos apuntar a las relaciones en lugar de a los cerebros", puntualizó. Perfil.